La empresa Lego ha sido durante años mundialmente conocida por sus juegos de bloques de plástico. Sin embargo, en el año 2006, esta empresa danesa sacó al mercado una nueva línea de productos, llamada Lego Mindstorms, cuyo objetivo era acercar la robótica a los niños. Desde entonces, Lego ha pasado de tener juguetes a vender robots autónomos muy fáciles de programar, con multitud de sensores y movimientos casi ilimitados.

Según palabras de la propia empresa, Lego Mindstorms fue concebido para jugar y aprender al mismo tiempo. Su primera generación de robots (RCX) eran robots capaces de responder a estímulos luminosos con patrones preprogramados, como sucedía son su robot R2D2, sin embargo, no permitían una programación externa. La segunda generación (NXT), actualmente a la venta, sorprendió por sea su amplia gama de sensores de todo tipo (luminosidad, temperatura, ultrasonidos, infrarrojos, contacto, sonido, etc.) y la capacidad de crear robots capaces de realizar gran cantidad de movimientos complejos.

Tal y como puede verse en el vídeo a continuación, estos robots son capaces de moverse, esquivar objetos, seguir líneas, lanzar y recoger pelotas de plástico y un largo etcétera. Existen robots para todos los gustos: humanoides, arañas y sobre ruedas. Además, dado que estás hechos mediante piezas de Lego, el usuario puede cambiarlos y personalizarlos a su gusto.

 

En septiembre de 2013, la empresa lanzará su tercera generación de robots (EV3). Las características más reseñables de esta tercera generación de Mindstorms EV3 son su mayor capacidad de procesamiento, el control a través de plataformas Android o iOS, y que dispone de comunicación WiFi, Bluetooth y USB.

La inteligencia de todos estos robots gira en torno al Intelligent Brick, que viene a ser el cerebro del robot. El brick ha ido mejorando con las nuevas versiones de Lego Mindstorms. Actualmente,  consta de un procesador ARM9 con un kernel Linux.

La programación de estos robots se lleva a cabo a través de una intuitiva interfaz gráfica que permite que hasta los más principiantes puedan llevar a cabo programaciones complejas, sin tener que picar una sola línea de código. En la web de Lego Mindstorms se puede acceder a una demo sobre el funcionamiento de la interfaz. La interfaz está basada en el programa LabView de National Instruments así que, eso sí, parece que sólo está disponible para usuarios de Windows y Mac. Parece que, de momento, los usuarios de Linux tendrán que esperar.

Sin embargo, para los usuarios más avanzados existen multitud de recursos: de entrada, sorprende ver cómo Lego publica absolutamente toda la documentación sobre el hardware y el software que pone a la venta, permitiendo bajarse de su página web incluso los esquemáticos de los componentes, o la especificación del software. Además, existen multitud de hacks en Internet que permiten controlar los robots de Lego Mindstorms de forma personalizada, como por ejemplo, mediante una Rapsberry Pi, usada en el proyecto BrickPi.

 

Parece que Lego Mindstorms puede ser efectivamente una buena forma para iniciarse en el mundo de la robótica, tanto para niños como para adultos. En España existen diversos distribuidores de Mindstorms en Madrid y Barcelona que proveen sus productos. Sin embargo, el gran problema de estos productos es su elevado precio: para obtener un kit de desarrollo básicos hay que prepararse para pagar más de 300€. Los sensores y actuadores facilitados por Lego son, en general, sensores comerciales que podría llevar a cabo uno mismo, pero con un acabado bonito y acorde a los estándares de Lego. La pregunta para los aficionados de la robótica es si vale la pena pagar el precio de esos sensores, actuadores y brick, cuando uno podría fabricarlo por sí mismo.

 

Share