Deep-Blue-Kasparov

 

The Signal and the Noise” (La señal y el ruido), un libro de Nate Silver, trata sobre la antropología industrial y entre otras muchas historias, habla de la posibilidad de que un fallo técnico de la famosa computadora de IBM (Deep Blue), pudo ayudarle a derrotar a Gary Kasparov, en la revancha que tuvieron en 1997.

Se especula que el fallo pudo actuar de forma similar a las estrategias de póker: dejar que el oponente se confíe. Incluso se llegó a especular que la jugada era humana, Kasparov y entre otros pensaron que era algo demasiado sofisticado para un ordenador. Fue un movimiento muy refinado, para defender, mientras que antes se había cortado cualquier atisbo de contraataques.

Para su libro, Silver entrevistó a Murray Campbell, uno de los tres científicos de IBM que diseñaron Deep Blue, y Murray le dijo que la máquina no pudo seleccionar un movimiento y simplemente tomó uno al azar. Este es el llamado “fallo técnico”.

Muchos maestros de ajedrez han afirmado desde hace tiempo que Kasparov estaba en una significativa desventaja durante la partida. Los diseñadores de Deep Blue tuvieron la oportunidad de modificar la programación entre partidas para adaptarse al estilo y la estrategia de Kasparov. También tenían acceso a la historia completa de sus partidas públicas anteriores.

Ese “fallo técnico” se acumuló a las ventajas. Lo que hizo el equipo de IBM fue ajustar los algoritmos en pleno juego, pero parte de lo que estaban haciendo era arreglar el error que dio lugar a aquel movimiento inesperado. La máquina había cometido un error, y se aseguraron de que no volvería a hacerlo. La ironía es que el movimiento se había metido en la mente de Kasparov, y no había nadie para corregir este error.

Ese momento de la batalla de Deep Blue contra Kasparov fue aclamado como un momento de triunfo en la historia de la informática, y se lamentó como una derrota humillante para el intelecto humano. Pero puede haber sido sólo una lección que como los seres humanos tendemos a exagerar las cosas.

La realidad es que en aquel año, la computadora no estaba a la altura del humano, pero solo se recuerda lo que se le mostró al público. Aún así, las computadoras de hoy sirven más que nunca a los maestros de ajedrez para perfeccionar sus movimientos, tal como otras tecnologías ayudan a los deportistas.

Más información: ABC

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