Ahmad al Haidar y Bilal, dos amigos sirios, han desarrollado un robot que es capaz de rescatar a los heridos de guerra en aquellas situaciones inaccesibles para los hombres.
Ambos son ingenieros de apenas 28 años que han sido exiliados de su país natal. Durante una de las clases que impartían, recibieron la noticia de que el hermano de uno de sus estudiantes había muerto desangrado en la calle porque nadie se atrevía a asistirle por miedo a ser disparado por un francotirador, decidieron embarcarse en este proyecto para evitar que estas situaciones se repitan en el futuro.
Así nació Tena, en un pequeño barrio de Alepo en 2012.
“En el caso de Bilal, fue el fallecimiento de un primo suyo, que perdió la vida en circunstancias similares” recuerda Ahmad, especializado en Inteligencia Artificial tras acabar sus estudios en informática en Catar.
Amigos desde la infancia, siempre fantasearon con crear grandes inventos entre ambos, los trágicos acontecimientos sólo sirvieron como detonante para la elaboración de su nuevo proyecto Tena, que lleva en desarrollo poco más de un año.
Tena, es un robot dotado con un gran brazo mecánico parecido al de una excavadora, que , controlado a distancia mediante un control remoto, permitirá que los equipos de rescate evacuen a los heridos en aquellas zonas conflictivas que resulten inaccesibles. Tan sólo será necesario avisar al robot mediante un móvil o una radio y éste, gracias a un gps que incorpora en su mecanismo, acudirá a la zona donde debe realizar la operación de salvamento.
A pesar de ofrecer gratuitamente su primer prototipo a quien esté interesado, no han conseguido despertar un gran interés en las distintas ONG y agencias de la ONU a las que han presentado la idea. “También se lo ofrecimos a los combatientes de la oposición, pero están más preocupados por conseguir armas“, se lamenta Ahmad.
“Hasta ahora nos hemos gastado 15.000 dólares, pero necesitamos 7.000 más. Nos hemos autofinanciado completamente, de hecho mi mujer vendió su coche por Tena” comenta uno de los ingenieros. De momento han conseguido terminar los brazos, pero aún les queda conseguir una excavadora funcional para acabar el proyecto y empezar a realizar pruebas sobre su funcionamiento.
Ahmad y Bilal se encuentran en la lista negra de su país debido a que ambos rechazaron realizar el servicio militar. Aún así, pretenden desarrollar a Tena para ayudar a sus compatriotas.
El ejército Sirio intentó que Ahmad cumpliera su servicio militar en las oficinas del Ejército Electrónico Sirio, una red de informáticos dedicados a la “piratería” bajo el régimen de Bachar al Asad. Ahmad rechazó la oferta y huyó a Alepo, donde permaneció oculto hasta que pudo escapar.
“Cuando me lo ofrecieron visité una de sus oficinas para fingir que me podía interesar y que no me dieran problemas hasta que pudiera esconderme” comenta Ahmad. En aquellas oficinas se escondían sofisticados equipos informáticos que procedían de EEUU manejados por un equipo de ‘piratas‘ informáticos.
Actualmente ambos se encuentran viviendo en Turquía, donde están desarrollando la idea poco a poco y mediante autofinanciación.
En este vídeo podéis ver el modelado del robot en 3D y la movilidad de la que se le ha dotado.
Os dejamos su página oficial donde aceptan todo tipo de colaboraciones, desde ideas hasta donaciones que les permitan continuar desarrollando su ambicioso proyecto que pretende salvar vidas sin arriesgar ninguna más.