Le toca el turno al sistema de limpieza del robot aspirador Hoover Robocom. El reto es sencillo: esparcimos 100 gramos de suciedad (pan rallado) por nuestra zona de pruebas, activamos el modo de limpieza automática del robot Hoover y, cuando éste vuelve a la base, vacíamos el depósito en nuestra balanza digital para descubrir cuántos gramos ha sido capaz de recoger.
El resultado: lo primero que debemos aclarar es que tuvimos un pequeño problema con la base de carga y el robot no regresó a ella. Probablemente se deba a que no la fijamos al suelo y el aspirador tiene un encontronazo con ella al principio del vídeo (aprovechamos para recordaros la importancia de fijar bien la base de carga al suelo en un área atendiendo a los requisitos de cada robot aspirador en particular. En este eran 0.5 metros en cada lateral). Dicho esto, el resultado es tan bueno como se puede apreciar en el vídeo: el robot aspirador pasa repetidas veces por las zonas y se puede apreciar el movimiento en espiral que realiza cuando topa con una zona de alta suciedad. Consigue recoger un 75% de la suciedad, lo que no está nada mal.
Nuestro veredicto: similar al de la Deepoo D76 (que recogió un 78%), y visto lo visto, nos ha gustado bastante su sistema de navegación y aspiración. Sus patrones de limpieza funcionan según lo anunciado si bien tal vez se echa de menos un poco más de esmero en recovecos y rincones. Aprobado y con buena nota.
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