Domótica. La domótica es, siendo breves en la definición, la conexión de elementos tecnológicos en el hogar, de tal forma que se integran en la vida del usuario. Todo lo que hacemos de forma mecánica es sustituible por un sistema inteligente controlado (si así lo queremos) por nosotros mismos.
La domótica forma parte de la conocida como computación ubicua, cuyo objetivo es hacer que el usuario utilice las tecnologías de forma natural, sin pensar que está usando un dispositivo. Un ejemplo claro de computación ubicua son los teléfonos móviles de nueva generación, o smartphones.
Y ustedes se preguntarán, ¿por qué debería interesarnos? Sencillo. Usamos elementos domóticos sin darnos cuenta (aunque claro, ese es su objetivo). Por ejemplo, los sistemas de alarmas, los sensores de luz, la televisión sincronizada con nuestra wifi… Uno de los elementos más actuales en la domótica son, por ejemplo, los robots aspiradores. Dado que en nuestro blog hablamos amplio y extenso sobre estos pequeños elementos de gran ayuda, nos hemos tomado la libertad de hablarles también de por qué ahora hay este boom de elementos domóticos. La razón es sencilla: la evolución de las tecnologías, y la facilidad (cada vez mayor) de adquirirlas, ha convertido a nuestros hogares en un blanco fácil para el mercado de las nuevas tecnologías.
En el vídeo anterior vemos un ejemplo de lo que podría ser un hogar automatizado o domótico (escucharán también el termino SmartHomes para referirse a estos hogares). Podemos observar que el empleo de sensores de movimiento, de proximidad, de luminosidad… son algo básico y esencial en este tipo de hogares. ¿Se imaginan que las persianas de su casa se bajasen automáticamente cuando la luminosidad sea adecuada? ¿O que los electrodomésticos únicamente se activasen cuando tuviesen alguna función que realizar (lavadoras y lavavajillas con carga completa)? Según estudios correspondientes a 2005, el 70% del consumo energético del hogar corresponden a los electrodomésticos y calefacción.
El ahorro en estas áreas del hogar es posibles gracias a iniciativas como SENION. Os dejo el vídeo de presentación a continuación:
Esta herramienta nos permite gestionar y monitorizar los gastos energéticos de nuestro hogar. Tienen distintas funcionalidades entre las que destaco la monitorización, dado que gracias a ella, el ahorro y la variación de consumo es tangible y visible con datos reales.
¿Se puede ir más allá? Aunque hasta ahora hemos hablado de hogares automatizados, o Smart-Homes, lo cierto es que es extrapolable a elementos mayores. Un claro ejemplo es Songdo, una ciudad inteligente situada en Corea del Sur.
Songdo es una ciudad destinada a convertirse en el núcleo de negocios de Corea del Sur. Centrada entre otras grandes ciudades de Asia, como Tokio o Beijing, esta ciudad inteligente proporcionará un modelo de vida que, esperemos no tarde demasiado, será extrapolable a otras grandes ciudades del mundo.
En conclusión. Según hemos visto, la domótica, los hogares inteligentes y la evolución de las tecnologías son un paso más a un modelo de ciudad en la que, sin darnos cuentas, somos cómplices de la tecnología que nos rodea: temperatura, agua, humedad… Factores que pasamos habitualmente por alto, o de los que no somos del todo conscientes, son los principales recursos de los que esta gran herramienta inteligente se alimenta con el único objetivo de hacer nuestra vida mucho más fácil.
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