Ahora que ya nos podemos hacer una idea de cómo se mueve, toca descubrir el nivel de eficacia del robot Rydis R750; es decir, cómo de eficiente es limpiando. Para ello, repartimos 100 gramos de suciedad (como siempre, pan rallado) por nuestra habitación de pruebas y ponemos a limpiar al robot en modo de limpieza automático. Una vez que regrese a la base, vaciaremos su depósito en el recipiente de la balanza y pesaremos la suciedad recuperada.
El resultado: 17% de la suciedad recogida.
Nuestro veredicto: Inexplicablemente, nos encontramos con uno de los peores índices de eficiencia de limpieza de todas nuestras pruebas y digo inexplicablemente porque, a pesar de que tuvimos un pequeño problema por no fijar la base al suelo, lo cierto es que el robot se movió y limpió con normalidad por toda la habitación, pasando de hecho varias veces por las zonas y entrando en los espacios reducidos. Se trata más bien de un problema, si no de navegación, si de aspiración: en vez de recoger la suciedad, la esparce aún más por la habitación.
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